Tabla de especificaciones
| Especificaciones | Detalles |
|---|---|
| Tipo de producto | Monitor |
| Modelo | LS27DG300EUXEN |
| Marca | Samsung |
| Tamaño de pantalla | 27 pulgadas |
| Resolución | 1920 x 1080 píxeles |
| Frecuencia de refresco | 180 Hz |
| Tiempo de respuesta | 1 ms MPRT |
| Panel | IPS. |
| Valoraciones | 4.5 / 5 ⭐ (+850 valoraciones) |
| Precio | 120 € (aproximado) 🏷️ |
Características principales
🖥️ Diseño sin bordes: Maximiza el espacio visual para configuraciones múltiples
🎮 Frecuencia de actualización: 180 Hz garantizan una acción ultra fluida
👁️ Modo Eye Saver: Reduce la luz azul para sesiones prolongadas
🔄 AMD FreeSync: Sincroniza pantalla y GPU para eliminar el tearing.
Pros y contras
👍 Alta fluidez: Acción suave sin tearing
👍 Ajuste ergonómico: Soporte ajustable en inclinación y giro
👍 Bajo desenfoque: Tiempo de respuesta de 1 ms mantiene los fotogramas nítidos.
👎 Sin altavoces integrados: Es necesario adquirir sonido externo
👎 HDR básico: No ofrece un HDR potente
👎 Ángulos de visión: El contraste disminuye en inclinaciones extremas.
Samsung LS27DG300EUXEN opiniones de clientes
Los usuarios valoran sobre todo la fluidez y la ergonomía de este monitor, aunque algunos echan en falta altavoces integrados o un HDR más profundo. En general, se aprecia su rendimiento consistente en juegos y su comodidad visual durante sesiones largas.
Valoración general
Desde el primer encendido, el Odyssey G3 sorprende con una velocidad de refresco que se siente instantánea y sin cortes, haciendo que las teclas del teclado cobren vida al presionarlas en el fragor de una partida convulsa. La transición entre menús y escenas de juego crea una sensación de fluidez que me mantuvo atento durante horas, casi olvidando el cansancio tras el día de trabajo.
El diseño minimalista sin bordes de tres lados aporta elegancia al escritorio y permite alinear varios monitores sin fisuras, como lo comprobé al pasar de un setup individual a uno dual para streaming. Noté que incluso al inclinar y girar el soporte, la solidez del pie ofrece una estabilidad reconfortante, sin esa ligera oscilación que podía alterar mi concentración.
Bajo la luz de mi estudio casero, el panel IPS desplegó colores vivos y ángulos amplios, y fui capaz de ajustar el contraste para retocar fotografías en Lightroom con mayor precisión. Durante una tarde de retoques, aprecié especialmente la consistencia tonal, sin brillos molestos ni reflejos que distraigan.
Como diseñador freelance que también juego tras el trabajo, valoré cómo este monitor combinó rendimiento y confort de forma versátil. En sesiones de edición de video noté que el tiempo de respuesta de 1 ms reducía el ghosting, mientras que en partidas de shooters pude detectar cada enemigo a tiempo. Fue el equilibrio perfecto para mi jornada dual.
Aunque carece de altavoces integrados, el monitor ofrece múltiples puertos HDMI y DisplayPort que conectan micrófonos o barras de sonido externas sin complicaciones. Ajusté mi barra de sonido sobre la mesa y no perdí un solo efecto en juegos o en llamadas de Zoom, comprobando que la interfaz es sencilla y estable.
En comparación con mi antiguo AOC de 24 pulgadas, el Odyssey G3 brinda un área visible mayor sin que pierda nitidez, aunque sacrificas algo de HDR avanzado si vienes de un modelo más costoso. Aun así, la ventaja en velocidad de 180 Hz y la función FreeSync lo colocan por delante en jugabilidad pura, a cambio de un HDR menos espectacular.
En definitiva, el Odyssey G3 se perfila como una opción equilibrada para quien quiera un salto claro en fluidez y ergonomía sin irse a la gama alta. Su diseño limpio y su rendimiento sólido aportan confianza en el día a día, aunque no sea el más completo en audio o HDR, cumple con creces las expectativas de la mayoría de los jugadores.
